Se avecina un verano atípico en las festividades de los núcleos costeros y de Llano del Moro. La necesidad de evitar grandes concentraciones de personas continuará tras el Estado de Alarma.
El 24 de junio, noche de San Juan; el primer domingo del mes de julio, cita tradicional en Llano del Moro; y el 16 de julio, Día de la Virgen del Carmen, serán fechas atípicas en el calendario festivo de El Rosario, al igual que en el del resto de núcleos en el que se celebran estas festividades. El concejal del área de Fiestas, Yeray Gutiérrez, explica que «volveremos a reunirnos en torno a las redes sociales municipales para brindar pequeños homenajes en fechas tan señaladas para núcleos como Tabaiba, Llano del Moro, Radazul, Bocacangrejo y Varadero». Debido a la necesidad de evitar grandes concentraciones de personas más allá del Estado de Alarma, las fiestas deberán reconvertirse para salvaguardar la seguridad de la ciudadanía.
Gutiérrez sostiene que, al igual que ocurrió con las fiestas de El Chorrillo, San Isidro y Llano Blanco, en honor a San Isidro Labrador y a Santa María de la Cabeza, el contacto con aquellas comisiones de fiestas ya constituidas ha sido continuo para «canalizar la información entre todas las partes y saber a qué atenernos».
En este sentido, el edil destaca que las distintas celebraciones festivas entrarán en una etapa de «economía de guerra» por dos razones fundamentales: «primero, porque la propia realidad nos impone la necesidad de evitar las concentraciones de personas que vendrían aparejadas en actos como el de la hoguera flotante de San Juan, en Tabaiba; el paseo romero de Llano del Moro; o la procesión marítima del Carmen, en Radazul; y segundo porque está claro que la prioridad en este momento es la de no dejar a nadie atrás desde el punto de vista social y el gasto en Fiestas debe ser el mínimo posible, por una cuestión de responsabilidad».
«Así las cosas, -ultima el edil de Fiestas- desde la Concejalía continuaremos organizando determinados actos para desarrollarlos de forma online, que se sumarán a las eucaristías que, como actos totalmente religiosos, podrán celebrar las distintas parroquias siempre garantizando las distancias de seguridad y los aforos permitidos en los lugares de culto».