El Rosario, en concreto la Villa de La Esperanza, contaba con diversas indumentarias típicas.
Según Juan de la Cruz, especialista en vestimenta tradicional canaria, el traje típico que hoy lleva el nombre de La Esperanza, se popularizó alrededor de los años 70 y perdura en la actualidad. Dentro de la indumentaria típica del municipio, destaca el traje de fiesta.
El frío y la humedad de las zonas altas llevaron a los hombres a adoptar las mantas en forma de capa. La manta esperancera tiene unas dimensiones de 2,60 por 2,15 metros, y se dobla en dos partes de diferentes tamaños.
La más larga es la exterior, que llega por debajo de las rodillas. El resto de la manta cuelga por la parte interior después de haber ajustado el largo de la exterior a la altura de a persona. Algunos autores sostienen que es una evolución del tamarco, una capa que los guanches utilizaban para taparse.
Sobre la fuente de la plaza tras la que comienza El Bosque de El Adelantado, en La Esperanza, se ha ubicado una estatua a la manta esperancera. Esta prenda es un preciado emblema del municipio.