El tiempo perfecto de romería (temperatura suave con ligera brisa), la consabida generosidad del carretero esperancero y las ganas de divertirse fueron la suma perfecta para que la XLV Romería de La Esperanza fuera una de las más numerosas de los últimos años. La calle La Sardinera, la plaza del Ayuntamiento y la calle Calvario eran los puntos clave para avituallarse al paso de la comitiva. En total, unas seis mil personas celebraron el día grande de La Esperanza.
De forma puntual, la cita dio comienzo oficialmente en torno a las 12:00 horas, con la celebración de la Solemne Eucaristía en la Parroquia Nuestra Señora de La Esperanza. A continuación comenzó la procesión de la Venerada Imagen de Nuestra Señora de La Esperanza. Salió de la parroquia al son de la banda de música “La Candelaria” de Arafo, que nunca han faltado a la cita en estos 45 años, en dirección hacia su lugar de honor en la plaza del Ayuntamiento. Como cada año, la acompañaron en el trayecto las autoridades locales, encabezadas por el alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, quien junto a la primera teniente de alcalde, Sara Cabello, realizó la primera ofrenda a la Virgen, en nombre del Ayuntamiento.
A partir de ahí, una veintena de carretas, barcos, rebaños de cabras, ovejas, burros, cuerpos de baile y agrupaciones como Cumbres Gomeras, Amigos de La Esperanza, Virgen de la Alegría, Amigos del Cedro, Itamar, Princesa Iraya, Aires Laguneros y un largo etcétera. Todas ellas se pararon frente a la Virgen para cantarle y realizarle su ofrenda.
Al son de chácaras, tambores, isas y malagueñas, el respetable había ido a La Esperanza a divertirse y no hay diversión en una romería que se precie si no hay comida. Lo saben bien los asiduos a la romería esperancera donde el reparto de chistorras o huevos duros ya no se hace solo desde la carreta sino, incluso, a pie de calle con bandejas repletas de carne. Como siempre el patrocinio de la fiesta por parte de las empresas Montesano y Egatesa es un punto a su favor.
Entre las novedades de este año cabe destacar que, en consonancia con la elección, por primera vez, de Romera y Romero Mayor, en esta edición fueros dos carretas las que abrieron la comitiva: la de la Romera Mayor, Carla Nerea Hernández, y la del Romero Mayor, Ehedey Bacallado, y sus respectivas cortes de honor.
Tras la finalización de la romería, los más desinquietos siguieron con la verbena amenizada por las orquestas Tropin, Wamanpy y Los Concejales. Mañana, lunes, día festivo en El Rosario, se cerrarán, oficialmente, las fiestas de La Esperanza 2019 con el Festival Infantil, la ruta guiada por el bosque del Adelantado y el acto de quema del haragán. Pese a este cierre oficial, aún quedará por celebrarse el Día del Mayor, el sábado 10 de agosto.