Dos campos fotovoltaicos, formados por 64 paneles, inyectarán la energía eléctrica necesaria para reducir el uso de energías fósiles en un 40%.
El sistema de depuración de aguas residuales de la urbanización de Costanera dispondrá de una instalación de paneles fotovoltaicos para reducir el uso de energías fósiles. Los concejales de Transición Ecológica, Fidel Vázquez (SsP), y de Servicios Hidráulicos, Miguel Ángel Yanes (IR-Verdes), junto al representante de la empresa adjudicataria y a un técnico municipal, visitaron en el día de ayer la zona de obra, que supondrá una inversión de casi 39.000 euros. Dicha instalación dotará a la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) y a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Costanera de sendas plantas fotovoltaicas de autoconsumo instantáneo, sin inyección a red, de 10 Kw de potencia nominal, reduciendo en torno a un 40% la dependencia del sistema eléctrico convencional.
El también segundo teniente de alcalde del Consistorio rosariero, Fidel Vázquez, explica que «con esta obra, que está próxima a iniciarse, conseguiremos un amplio grado de autoabastecimiento energético, reduciendo así el consumo de combustibles fósiles y contribuyendo con los compromisos de política energética municipales».
Por su parte, el edil de Servicios Hidráulicos, Miguel Ángel Yanes, detalla que «la EBAR y la EDAR tienen espacio suficiente, dentro del perímetro acotado de sus instalaciones, para alojar las plantas fotovoltaicas a nivel de rasante por lo que no se generará ninguna afección al viario público». Se instalará un campo fotovoltaico formado por 64 módulos, fomentando la energía renovable y limpia que utiliza la radiación solar para producir electricidad.
Las funciones de la EBAR y la EDAR son las de impulsión y depuración de las aguas residuales que genera la propia urbanización. Cabe recordar que la urbanización de Costanera depura todas sus aguas residuales gracias a las obras municipales de redimensionamiento de la capacidad del sistema de depuración, tras el episodio de vertidos producidos a principios de año en el litoral de Bocacangrejo originado en el polígono La Campana y por las propias aguas de la urbanización.
Esta actuación, cuyo coste ascendió a más de 500.000 euros de inversión propia municipal, consistió en la rehabilitación de la EDAR de Costanera para aumentar su capacidad de tratamiento de aguas residuales, al mismo tiempo que se reformó la EBAR encargada de derivar todas las aguas residuales domésticas hacia la EDAR a través de una nueva canalización.