El Ayuntamiento solo deberá sufragar el 10% de la obra. El resto será financiado por el Cabildo y los empresarios. Será la primera depuradora de aguas industriales de Tenerife en funcionar.
El Ayuntamiento de El Rosario celebró en la tarde de ayer, jueves, el pleno ordinario en una sesión que deparó la aprobación de la ordenanza fiscal reguladora de las contribuciones especiales que deberán aportar las empresas del polígono La Campana para financiar la construcción de la Estación Depuradora de Aguas Residuales Industriales (EDARI). La concejala de Hacienda, Sara Cabello, detalló que «tendrán que sufragar la cantidad de 296.000 euros, casi el 15% del coste de la obra». El mayor importe, 1’5 millones de euros (el 75%), será financiado gracias a una subvención concedida por el Cabildo de Tenerife, que salió adelante gracias a los partidos de la oposición en la Institución insular ya que los partidos que forman el Gobierno votaron en contra, aunque perdieron dicha votación. El 10% restante será sufragado por el Ayuntamiento de El Rosario.
La también primera teniente de alcalde expuso que «el reparto ya está calculado por los técnicos municipales, aplicando las mismas fórmulas que se hicieron cuando se calcularon las contribuciones especiales de la obra de rehabilitación del propio polígono». Además, la depuradora de La Campana, cuya obra se inició por emergencia ante la crisis de vertidos al mar de aguas residuales que se produjo el pasado año, será la primera que entre en funcionamiento en un polígono industrial de la isla de Tenerife, previsiblemente en las próximas semanas.
En este sentido, el alcalde Escolástico Gil subrayó que «durante el confinamiento se trabajó a diario para solucionar el atentado medioambiental producido en nuestra costa y hemos logrado sacar adelante dos depuradoras y dos estaciones de bombeo en un año». «Somos un gobierno honrado y honesto y hemos demostrado que actuamos para no contaminar el medio y garantizar la salud pública», expresó el primer edil.
Previamente, durante su intervención, la portavoz de IR-Verdes, Sara Cabello, había recordado el archivo de la denuncia presentada por PSOE, CC y Podemos en la Fiscalía Provincial, precisamente por la construcción de la depuradora, mostrando su profundo rechazo por el proceder «destructivo» de la oposición. «Es la quinta denuncia que presentan contra el alcalde y la quinta que les archivan», recriminó Cabello quien tachó esta forma de hacer política de «carroñera».
El discurso de la concejala provocó las continuas interrupciones de la edil de Podemos, quien finalmente, tras desobedecer, hasta en tres ocasiones, las advertencias para que respetara el turno de palabra, fue conminada a abandonar el pleno, a quien, por voluntad propia, siguieron el resto de ediles en la oposición.
Ante esta situación, el alcalde Escolástico Gil lamentó la actitud de la oposición: «gritar no es la forma de contrarrestar la intervención de una portavoz que está en su turno de palabra. Los insultos y las salidas de tono tienen un límite», zanjó el primer edil.