MUNICIPIO
El municipio de El Rosario, cuya capital administrativa es La Esperanza, se extiende por la vertiente sur del extremo norte de la Cordillera Dorsal de Tenerife. Completa una superficie total de 39,42 kilómetros cuadrados, un territorio diverso y contradictorio. Desde el sotavento, seco y ventoso, al barlovento, húmedo y frío; desde las costas de Tabaiba y Radazul hasta los llanos de La Esperanza, cientos de matices fisiográficos y humanos dan forma a un territorio peculiar dentro de Tenerife.
El Rosario limita con los municipios de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Tacoronte, La Matanza, El Sauzal y Candelaria. Con los dos primeros y Tegueste constituye lo que se ha llamado Área Metropolitana de Tenerife, una mancomunidad de servicios.
Se encuentra en la latitud 28° 27’ Norte y en la longitud 16° 22’ Oeste y su capital -situada a una altitud de 905 metros sobre el nivel del mar- dista 15 kilómetros de Santa Cruz. El municipio tiene un perímetro de 32,96 kilómetros y cuenta con una longitud de costa de 4,52 kilómetros.
Ocupa una posición intermedia con respecto al tamaño del resto de municipios de la Isla (supera a 12 de los 31 ayuntamientos tinerfeños) y, según los datos del Instituto Canario de Estadística (Istac) de 1996, dispone de una densidad de población de 276 habitantes por kilómetro cuadrado.
El Rosario incluye catorce entidades de población:
- La Esperanza
- Barranco Hondo
- Las Barreras
- Lomo Pelado
- Llano del Moro
- Machado
- Radazul
- Las Rosas
- El Chorrillo (San Isidro)
- Tabaiba
- Llano Blanco
- Boca Cangrejo
- Costa Caricia
- Costanera
Existen núcleos dispersos, en cuanto a población se refiere, tales como: El Roquillo, Las Cabezadas, La Vista, Salto del Pino, Zamorano, Carlote, Majada Las Vacas, Peñafiel, Vista la Huerta, El Mocán, Camino del Medio, El Convento, Escaño, La Cañada y Porcuna.
ZONAS
La Esperanza divisa a lo lejos el amplio espacio de la Vega lagunera. Hace años, los manantiales de Guillén, Zamorano y Los Berros daban agua fresca y de calidad en tiempos inmemoriales.
A La Esperanza se accede por la calle del Calvario, que da a la plaza, donde se halla el Ayuntamiento y las dependencias oficiales. Además de la iglesia, las calles frescas dan una sensación de bienestar. De ahí se llega a Las Cabezadas. La Majada de las Vacas desemboca en la Vista la Huerta. Entre Birmagen y Carbonero existe un territorio fértil. Más abajo, por una carretera vecinal, se accede en el lugar conocido como Salto del Pino, enunciado del barranco que cierra este sector.
Llano del Moro. Se llama así por la presencia de un africano que tuvo su casa en el margen derecho del Barranco de Talavera. La plaza principal es el límite con el territorio cedido a Santa Cruz, y la zona conocida como El Drago limita con La Laguna.
Lomo Pelado. Incorpora Vista de la Huerta. Fue y es cuna de romances viejos y de labores nuevas.
Las Rosas. Es uno de los núcleos más antiguos, rinde culto a la Virgen de los Dolores y, junto a los habitantes de Lomo Pelado, construyeron una ermita que cubre los oficios para las dos zonas.
Las Barreras. Fue la solución agrícola del municipio cuando el rigor del clima estropeaba las cosechas de los altos.
Machado. Hablaremos largo y tendido de este pago para la historia, la leyenda y el misterio.
Tabaiba. La primera de las urbanizaciones turísticas municipales. La playa del Moro y la punta de Guadamojete terminan este complejo residencial, que ha crecido tremendamente en los últimos años.
Radazul. Nueva meta turística. Es un modelo de ordenación y construcción.
Otras zonas son Barranco Hondo, San Isidro, El Convento, Costa Caricia y Boca Cangrejo, Varadero de Barranco Hondo y la Urbanización Costanera.
La confluencia de dos climas bien diferentes, producto de las condiciones morfológicas del municipio, y la acción o ausencia del régimen de los vientos alisios, han sido decisivas para la conformación de sus modelos de desarrollo a lo largo del tiempo.